sábado, 28 de junio de 2008

Pamplona se vuelca con los "Toros Rojos"

El encierro de los toros rojos ha dejado atónitos a los pamploneses. Más de 10.000 personas han demostrado su amor por esta ancestral tradición y la Fórmula Uno, han madrugado y se han acercado a la plaza de toros de la capital navarra para disfrutar de una cita histórica: el primer encierro en el que los mozos no corren delante de astados, sino de monoplazas pilotados por dos pilotos experimentados que han tenido que emplear toda su pericia para transitar por las adoquinadas calles del Casco Viejo que condensan la esencia de la fiesta de los sanfermines.

Ha sido un encierro limpio, sin heridos por asta y con preciosas carreras por la calle Estafeta, donde los toros se distanciaron y algunos mozos se colaron entre ambos para marcarles el paso. El monoplaza de Coulthard fue el que protagonizó los momentos de mayor tensión. Lanzado en el último tramo del encierro, arrimó sus alerones delanteros a los corredores y provocó algunos gritos de temor entre los apasionados espectadores que seguían la retransmisión en directo desde los tendidos de la plaza de toros. Pero sus potentes y viscerales embestidas se quedaron en nada. El coche de Bourdais, algo más rezagado al principio, tomó velocidad en la última parte del trazado y entró con toda su potencia a la arena de la plaza, donde ambos pilotos se marcaron unos espectaculares trompos ante la incrédula mirada de los espectadores.

Espectaculares imágenes de exhibiciones realizadas por las máquinas de las dos escuderías de Red Bull y entrevistas a los pilotos han amenizado la espera del público durante los minutos previos al lanzamiento del cohete con el que, como es tradición, se fija la apertura de las puertas de los corrales de Santo Domingo. Una entregada masa de amantes del encierro y la Fórmula Uno se entretenían haciendo la ola y entonando los cánticos que dentro de una semana invadirán las calles de una ciudad que se sumergirá en sus fiestas. Esta mañana los sanfermines se han adelantado.
Más de 400 valientes

Los cerca de 400 mozos que han corrido en el encierro y algunos de los espectadores se han animado a vestirse el traje típico de estas fiestas (camiseta y pantalones blancos con pañuelo y faja rojos) para festejar este inédito encierro. Parece que todo el mundo tenía ganas de fiesta, y se ha notado en el fantástico ambiente que ha rodeado todo el espectáculo.

Una afición entregada

La afición del viejo Reyno de Navarra, fiel a las tradiciones, se ha mostrado emocionada cuando los corredores que iban a esperar la salida de los coches en el primer tramo del recorrido han proferido los habituales cánticos al patrón. Ha sido el preludio de un encierro atípico, único y que se ha saldado con una espectacular entrada de los ‘toros rojos’ en una plaza asombrada con el sonido de sus motores y, después, con la empatía que los dos pilotos han mostrado hacia la fiesta de los sanfermines.

Coulthard y un aplauso para el público

Uno de los que mejor se lo ha pasado esta mañana en Pamplona ha sido sin duda David Coulthard. El piloto británico se mostraba visiblemente emocionado al descender de su monoplaza tras la carrera. “Me siento muy orgulloso de haber participado en este encierro tan especial”, ha asegurado, tras devolver al público los aplausos que le han regalado a la conclusión de la carrera. “Lo conocía por la tele, pero de verdad tiene que ser muy emocionante de ver en vivo”, añadía su compañero de corrales, Sebastián Bourdais, que ha vuelto a reiterar que no se pondría delante de los toros “ni loco”.

Exhibición de potencia

Al banquete de la Fórmula Uno que Red Bull Racing y Toro Rosso han organizado en Pamplona todavía le queda uno de los bocados más suculentos. Esta tarde, a partir de las 17.00 horas, Bourdais y Coulthard volverán a subirse a sus monoplazas para, esta vez sí, mostrarles a los aficionados la verdadera capacidad de sus motores de 760 caballos. En la Avenida del Ejército, junto a la célebre Ciudadela de Pamplona (una fortificación medieval que servía de defensa para la ciudad), los toros rojos rugirán con todas sus fuerzas para alcanzar velocidades que pueden superar los 300 kilómetros por hora y deleitar a todos aquellos que se acerquen a disfrutar del fin de fiesta de estos tres días con olor a encierro, gasolina y rueda quemada.

Algunos datos

Velocidad media del encierro: 55 km/h
Decibeles generados: 110
Revoluciones por minuto alcanzadas: 17.000
Espectadores en la plaza: 10.000
Corredores: 400

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