domingo, 28 de septiembre de 2008

Alonso acabó extenuado y en el podio sólo veía manchas de colores

Fernando Alonso señaló, después de ganar el GP de Singapur, que acabó la carrera completamente extenuado y que incluso, cuando estaba en el podio, le costa distinguir a las personas, porque sólo veía manchas de colores.

"En el podio estaba muy fastidiado físicamente y no estaba para hacer muchos gestos porque estaba muy débil", confesó Alonso tras lograr su vigésimo triunfo en F1.

"La carrera ha sido larguísima. En Mónaco, una carrera también muy exigente, hacemos 260 kilómetros, pero aquí hemos hecho los 300 enteros. Son dos horas enteras con esta humedad, y además no ha funcionado el sistema del agua para beber, como suele suceder cuando la carrera es muy exigente", dijo.

"En el podio veía manchas de colores, pero no reconocía a las personas. Sabía quienes eran los de Renault o los de Williams, pero no reconocía a las personas", relató.

"Acababa de bajarme del coche, en el que vas concentrado al máximo, y en el podio además había unos focos que te apuntaban directamente a ti... No estabas para mucho movimientos. Disfruté lo justo", agregó.

Alonso comentó que el británico Lewis Hamilton, su ex compañero en el equipo McLaren-Mercedes, se dirigió a él para decirle "justo eso, que la carrera había sido más física que ninguna otra, incluso más dura que la de Sepang" (Malasia). "Le dije que sí y poco más", agregó.

Dijo, incluso, que no recuerda haberse golpeado el pecho tras salir de su monoplaza: "Son gestos que te salen de dentro y que no recuerdas haber hecho, como ayer, cuando me vi en la tele haciendo el gesto de desesperación tras la avería. No sabes explicar por qué lo has hecho".

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