lunes, 27 de octubre de 2008

Buenos Aires tembló con el paso del Red Bull de David Coulthard

Unos 85.000 fanáticos del automovilismo y curiosos aclamaron hoy al británico David Coulthard cuando probó a máxima velocidad su auto de la escudería RBR-Renault de F1 por la zona del tradicional Obelisco de Buenos Aires.

El piloto llevó a cabo una docena de vueltas sobre un tramo de 1.400 metros de la avenida 9 de Julio "la más ancha del mundo", según se ufanan los porteños, donde está emplazado el monumento.

La demostración tuvo dos vueltas más que las previstas a causa del clamor de los fanáticos, que se cansaron de gritar por "una más".

Los organizadores de la demostración destacaron que es la primera vez que un auto de F1 recorre el centro de Buenos Aires y que Coulthard, de 37 años, es el piloto más veterano del actual campeonato mundial de esa categoría.

Coulthard, quien recogió vítores y aplausos de la multitud, y agradeció la hospitalidad "amistosa" de los porteños, llevó a cabo la prueba con un auto adaptado para andar por calles comunes sobre un recorrido "que estaba en perfectas condiciones", declaró Julian Mills, coordinador de exhibiciones del equipo RBR-Renault.

"Es una prueba para divertirme, esto no tiene la responsabilidad como la disputa de una carrera", comentó entre sonrisas luego de pedir "disculpas" por haber marcado la "avenida más ancha del mundo" con el caucho de las ruedas chirriantes de su auto.

"El pavimento tiene muy pocos saltos y son muy suaves comparados con otros lugares del mundo donde se realizan pruebas similares", apuntó el piloto.

Luego de la prueba, Coulthard se despidió de la multitud ataviado con una bandera argentina, mientras que en un"box" improvisado los mecánicos de su escudería se dedicaban a limpiar y embalar el automóvil, que en estos días fue expuesto en distintos puntos de la ciudad.

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