David Richards y unos inversores qataríes podrían hacerse con el control de Honda

Prodrive, que el año pasado ya intentó correr en la F1 pero se le denegó el permiso por no tener motor ni chasis, podría comprar el equipo japonés, del cual se haría cargo de las deudas y reduciría su presupuesto anual de 240 a 55 millones de euros.
"Me he reunido con los inversores y hemos hablado de la posibilidad de entrar en el equipo. Hay que mirarlo con calma, porque un equipo no se pone en marcha así como así", declaró Richards a L'Equipe.
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