viernes, 26 de diciembre de 2008

Mosley anuncia que no decidirá hasta junio si se presenta a la reelección como presidente de la FIA

El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, decidirá el próximo junio si se presentará a la reelección, ya que "todavía" no se ha inclinado por una opción de cara a su futuro al frente del organismo internacional.

"No quiero atender a los rumores, estoy pensando todo y tomaré una decisión definitiva el próximo junio", comentó escuetamente el presidente en una entrevista concedida a la web oficial de la F1.

Sin embargo, aunque insiste en que no ha tomado una decisión, sus palabras parecen sonar a despedida. "Creo que mis mejoras han estdo ligadas a la seguridad, tanto en los circuitos como en la herencia que ha dejado en las carreteras, aunque si tuviera que quedarme con algo es con toda la cantidad de gente que ha estado relacionado y ha forma parte de algún modo con este mundo".

En caso de renunciar a su cargo, Mosley cree que lo complicado de encontrar a un sucesor adecuado es que "debe tener la experiencia necesaria, además del tiempo y la dedicación correcta para realizar su trabajo". "El presidente de la FIA debe tener un gran poso de paciencia y desarrollar la capacidad para comprender rápidamente una gran capacidad de cuestiones técnicas y legales, lo que le recomendaría al que piense que es un sucesor en potencia es que se lo piense concienzudamente antes de dar el paso para presentarse", explicó.

Y es que el margen de corregir errores ha quedado de manifiesto en las últimas semanas después de la salida de Honda del Mundial de manera inminente. "La marcha de Honda fue una sorpresa, nos avisaron unos días antes, pero he de reconocer que era uno de los últimos equipos que esperaba que lo fuese a dejar", justificó.

Sobre la llegada del motor único al Mundial, Mosley reconoce que "la F1 necesitaba un motor independiente, no uno único, pero la remodelación buscaba un tipo de motor mucho más barato y salió adelante". "No tenemos miedo a nuevos abandonos, pero si perdemos más constructores tomar medidas así se convertirá en algo cada vez más frecuente", advirtió.

Precisamente en las marcas es donde peor sentó la apuesta por un motor común para 2010, un enfado que trata de corregir Mosley: "Ahora estamos encaminando todo hacia la búsqueda de algunas alternativas más complacientes para ellos, si todo sigue igual el final estará destinado a un motor congelado, regulado de manera que los equipos independientes puedan obtener ideas baratas con las que mejorarlo, si no podemos perder una o dos escuderías más".

En este sentido, Mosley no cree que la idea de igualar los motores ya en 2009 deje al aire un defecto en el 'gran circo'. "El único problema con el original proyecto de congelar los motores pasaba por rectificar algunos fallos en la fiabilidad, algunos equipos parece que han mejorado su puesta a punto y nosotros lo único que pretendemos es mantener que la competición deportiva siga manteniéndose limpia", aclaró.

Estos cambios, además de hacerla competición más barata, pretende también que sea mucho más competitiva: "Las mejoras aerodinámicas fueron aprobadas y cuentan con el visto bueno de los ingenieros de los tres mejores equipos de la F1, además de las severas pruebas a las que fueron sometidos en el túnel del viento.

"Eso no quiere decir nada, pero desde luego, si nos equivocamos será sorprendente y decepcionante para todos", reconoció añadiendo que el sistema KERS, si cala, generará una significativa mejora por vuelta en los monoplazas", explicó.

De lo que no tiene dudas Mosley es que este periodo de apuros ha desencadenado que "los equipos muestren más unidad que nunca, pero no hay que adelantar nada, porque la verdadera unión se quedará al aire cuando tengan que afrontar imprevistos sobre el asfalto o cuando los intereses propios se vean afectados".

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