Fernando Alonso despide a su mecenas

En septiembre de 1993 Fernando Alonso se instaló en casa de la familia Marcó, propietaria de los kartings de l’Escala y l’Estartit y de Genikart, una empresa de primer nivel en el mundo de los karts. Tenía sólo doce años y llegaba como firme promesa del deporte asturiano. Los Marcó - Josep, ‘Pravi’, su mujer María y su hijo Genís - no sólo se ocuparon de su formación como piloto sino que le acogieron como un miembro más de la familia.

Con el tiempo, Alonso llegó a la cima de la F1 pero siempre se acordó de sus mecenas de la Costa Brava. El lunes, la noticia del fallecimiento de Josep Marcó, de 57 años, conmocionó al mundo del motor y al propio Fernando, que fue informado por Carlos Sainz de la tragedia. Ayer, Alonso se desplazó hasta la localidad de Bellcaire d’Empordà para asistir al sepelio de Josep y dar el pésame a su amigo y mentor Genís, al que tras proclamarse campeón del mundo de F1 cedió gratuitamente su nombre para que lo rotulase en sus karts de competición. No fue el único gesto del asturiano con la familia Marcó. Años atrás les regaló un casco con la siguiente dedicatoria: “Para Genís, Pravi y María, en recuerdo de una fantástica época”. Josep solía mostrarlo con orgullo.

El de ayer fue un día muy triste para Alonso, que intentó en todo momento pasar desapercibido entre la multitud que acudió a dar el último adiós al patriarca Marcó. Fernando, acompañado por su padre, coincidió con otro piloto ilustre de su generación, Antonio García, con el que compartió momentos inolvidables en la etapa del karting (ambos fueron campeones del mundo de la especialidad), y que aterrizó en Girona después de la heróica victoria lograda el domingo en las 24 Horas de Daytona.