McLaren y Ferrari, unidos por la crisis

McLaren y Ferrari han dejado de lado sus viejas y grandes rencillas para afrontar unidos la crisis. Hace dos años, las dos escuderías más potentes del Mundial andaban a la greña por el caso del espionaje en las que se vieron involucradas y que a McLaren, acusada de proveerse de ‘papeles secretos’ de la Scuderia facilitados por su ex ingeniero Mike Coughlan, le costó la retirada de todos sus puntos en el título de constructores y una multa de 100 millones de dólares.

Encarnizados rivales en el pasado, las dificultades que se adivinan ahora en el presente han hecho que sus dirigentes diseñen un frente común para sobrevivir en el convulso mundo de la F1 y sus dirigentes. El pasado jueves, sin ir más lejos, el portavoz de Ferrari Luca Colajanni estuvo en la fábrica de McLaren en Woking, en el Reino Unido, donde se reunió con el jefe Ron Dennis y otros directivos. “Si me hubiéseis dicho hace un año de que estaría haciendo esto, no os habría creído”, espetó luego Colajanni a la prensa en una cena organizada por las dos escuderías.

Claro que las cosas han cambiado sustancialmente desde entonces. Jean Todt, quien tuvo que afrontar el desgaste del juicio, ha sido relevado por Stefano Domenicali al frente de Ferrari, mientras que Dennis va a dejar su cargo el 1 de marzo, para ser sucedido por Martin Whitmarsh.

La FOTA, la Federación de Escuderías que se creó en julio para velar por sus intereses ante a FIA y el mandamás comercial de este deporte, Bernie Ecclestone, está presidida precisamente por el presidente de Ferrari Luca Cordero di Montezemolo, a quien Dennis y Whitmarsh ya visitaron en sus instalaciones en Maranello, Italia, la temporada pasada para una reunión al hacerse patentes la necesidad de recortar costos.

Montezemolo, que ha criticado la gestión de Ecclestone, calificó este mismo mes a Dennis como “un primera clase de un equipo de primera clase”, y añadió que la F1 necesita mucha competencia en la pista y mucha unidad fuera de ella.

Dennis, que ya ha advertido que dedicará parte de su tiempo libre a “trabajar junto a mi colega Luca di Montezemolo”, parece haber hecho ya borrón y cuenta nueva a las rencillas pasadas y ya ha asegurado ya carpetazo al pasado que puesto que “no somos reacios ni contrarios a adoptar medidas radicales, nuestra rivalidad en la pista no nos ciega”.