“Con Ayrton Senna tenía la conexión de ser latinos”

El paso de las World Series by Renault por la República Checa, trajo a Brno a una figura de la talla de Joan Villadelprat. Durante sus tres décadas ligado a diferentes escuderías de F1, desde mecánico a director general, fue parte y testigo del éxito de pilotos como Alain Prost o Niki Lauda, pero sobre todo del de Michael Schumacher. Ahora, con su propio equipo, el Epsilon Euskadi, lucha por una plaza en la categoría reina del automovilismo. De todo ello habló Villadelprat para Radio Praga.

Joan Villadelprat fue durante muchos años el único español en F1. Hasta la llegada de Fernando Alonso, ya en el siglo XXI, la presencia ibérica, en lo que se refiere a pilotos, podría considerarse discreta, si no fugaz o de poca relevancia. Sin embargo este catalán era siempre un punto de referencia al otro lado del muro de boxes. Parte del equipo técnico de McLaren y Ferrari en los 80, pasó al de dirección en Tyrrell. Algo después llegó a Benetton como director de operaciones, el equipo en el que estuvo Michael Schumacher desde su segundo GP hasta que lo dejó por Ferrari tras haber vencido dos campeonatos mundiales.

Su reto ahora es llegar a la F1 con su propio equipo, el Epsilon Euskadi, que desde la World Series by Renault lanzó a la F1 a Robert Kubica o Jaime Alguersuari. Para 2010 era de los favoritos para hacerse con una licencia. Sin embargo, finalmente la recibieron otros equipos, que rápidamente demostraron no estar lo bien preparados que cabía esperar. Joan Villadelprat sigue trabajando para que el año que viene sea el primero de su equipo en F1.

“Seguimos trabajando con el programa de F1. No lo hemos dejado. Hay esta posibilidad de la 13 licencia. Creo que hay 10 ó 12 equipos interesados. Creo que nosotros tenemos las instalaciones, la infraestructura y el know-how para hacerlo bien. Estamos muy cerquita de cerrar la parte económica, y cuando esto esté cerrado, empujaremos todo lo que se puede empujar y más aún”.

30 años en F1

De todas las personalidades con las que trabajó en F1, si Joan Villadelprat tiene que elegir a una sola, no es ni mucho menos un piloto, sino un jefe de equipo como él, el antiguo patrón de McLaren Ron Dennis. Empezando como mecánico, llegó a hacer de la escudería la segunda importancia de la F1, tras Ferrari. Todo lo que escribió la prensa española en su contra a raíz del duelo dentro del equipo entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso no hace justicia a su figura, según Joan Villadelprat.

“Mi referencia siempre ha sido Ron Dennis. Con todas las críticas que a veces hemos escuchado en la prensa española, para mí es una persona extraordinaria a más no poder. Una persona que sale de la nada, de mecánico. Para mí sigue siendo un icono y un personaje especial. Lo que él ha llegado a crear, lo que ha ganado y el imperio que es McLaren hoy,… yo creo que difícilmente puedes encontrar un empresario o una personas con el espíritu, con el corazón, con el sentimiento por el mundo del automovilismo, como lo tiene él, y yo he conocido a muchísimos. Una de las personas más entrañables con la que tuve la suerte de trabajar fue Ken Tyrrell. También conocí a Enzo Ferrari. Con Ken tuve muchísima relación, con Enzo, cortita, pero también la tuve. En nuestro mundo tienes una serie de personajes que son iconos y yo he tenido la gran suerte de estar con ellos”.

En cuánto a los pilotos, Villadelprat no puede decantarse por uno solo.

“¿Pilotos? Todos en su época. Niki Lauda en su época era espectacular. Alain Prost se lo comió y era espectacular, ganó cuatro títulos mundiales. También tuve un poquito de tiempo a Ayrton Senna, hicimos amistad personal. Luego llegó Michael Schumacher y se lo comió. He trabajado también con Keke Rosberg o con Nelson Piquet. He trabajado con muchísimos campeones del mundo. Los que han sido y los que pueden ser, porque Robert Kubica, que es una persona que aprecio muchísimo, está allí y está demostrando que puede serlo. Jaime Alguersuari está llegando y creo que un día puede luchar por esto también. Cada cosa en su momento y en su sitio. Para ser un gran campeón necesitas muchísimas cosas que te salgan redondas”.

Senna-Schumacher, un duelo truncado

¿Realmente se puede decir que Schumacher “se comió” a Senna? Ese duelo acabó desgraciadamente cuando estaba comenzando por culpa del trágico accidente en el que perdió la vida el carismático piloto brasileño. Pero, Villadelprat, en contra de la opinión seguramente más extendida, está convencido, de que Senna, tricampeón del mundo, no habría podido en 1994 con el emergente Michael Schumacher.

“Senna estaba en el mejor equipo, que era Williams en aquel momento, con 100 caballos más que nosotros que llevábamos motor Ford-Cosworth, y nos lo comimos… hasta que llegó el accidente, pero íbamos por delante en el campeonato. Y no era solo por Schumacher. Era uno de estos momentos dulces, Benetton estaba en forma. En los cambios de neumáticos y los pit-stops éramos los más rápidos. De hecho, ganamos varias carreras por esto. Hubo un cambio de reglamento donde nosotros nos preparamos mejor. Hubiera sido bonito ver la lucha entre Senna y Michael, pero yo estoy convencido de que Michael hubiera vencido. Porque viendo a Senna, tantos años y conociéndolo, sabiendo lo qué le costaba, cómo salía del auto, etc. y ver a Michael después de carreras a 50 grados, ganarlas y salir del auto como si se hubiera tomado un café… La forma física que tenía Michael en aquel tiempo y su fuerza mental, por mucho natural que tuviera Ayrton, por mucha habilidad, lo hubiera superado. Para Ayrton era una esfuerzo muy superior que para Michael”.

Precisamente las dificultades físicas que planteaba aquel Williams a Ayrton Senna tuvieron que ver con su trágico accidente. En la tercera carrera de 1994, en el GP de San Marino, Senna lideraba sobre Michael Schumacher. Podía ser su primera victoria del año. De hecho, aunque era el gran favorito para ser campeón esa temporada, no había conseguido terminar las dos primeras carreras. Pero en la vuelta siete, a más de 300 km/h, la rotura de la barra de dirección en la rapidísima curva de Tamburello le enviaba sin remedio contra el muro. Pero Villadelprat señala que no fue directamente la avería la que acabó con la vida de quien era su amigo.

“La columna de dirección se rebajó para poderla levantar un poquito más, porque el volante le molestaba. Fue un error de diseño o de fabricación. No hay que darle más vueltas. De hecho él no murió por esto, sino por la mala suerte de que una pieza de la suspensión le entró por la visera. Lo mismo que ir por la calle y que te caiga algo de un balcón. Era su momento y ya está”.

La relación entre Joan Villadelprat y Ayrton Senna se remontaba al mismo momento en el que inició su andadura el brasileño en F1, como recuerda.

“Fue en la primera prueba en la que se montó en un F1. Yo estaba en McLaren. Él había ganado el campeonato de Fórmula 3, y el premio era probar un F1 y aquel era mi auto. Fuimos a Silverstone tres días, y como él era brasileño, que en aquel tiempo no había demasiada gente que hablara “latino”, entre el portugués y el español, hicimos rápidamente una gran amistad que perduró durante todos los años, aunque fuera un contrincante mío, pero siempre hubo este feeling y esta conexión de ser latinos, por decirlo de alguna manera. En aquella época no había casi nadie, y que habláramos español estábamos solo Jo Ramírez (coordinador de McLaren entre 1984 y 2001) y yo. Nadie más. Ahora eso ha empezado a cambiar”.

Una pasión mayor cada día

La F1 ha cambiado enormemente en los últimos 30 años, y Joan Villadelprat ha sido un testigo de excepción por lo que en España, medios de comunicación como el diario El País, o los canales de televisión que emiten las carreras, buscan siempre sus comentarios. Quizá ahora es un deporte más frío, pero no puede dejar de ser apasionante, dice Villadelprat.

“Hoy hay demasiada presión mediática, demasiada presión de patrocinadores. Es demasiado negocio para tener tiempo de tener el corazón abierto. Pero cada época es buena. Quizá ahora tendrás gente que no sentirá lo que yo siento por el automovilismo. Pero la gente que siente lo que yo, es igual. Los tiempos cambian y tú te vas adaptando a los tiempos. No es ni mejor ni peor, es diferente, pero con el mismo reto: que solo puede ganar uno”.